viernes, 20 de septiembre de 2013

TEJIDOS CALIDOS PARA EL OTOÑO











CASAS CÁLIDAS Y ACOGEDORAS.

Encuentro que la estación del otoño es más relajante, aunque para los que vuelven de vacaciones sea distinto.

Me gustan para esta estación los tonos más crema, ocres, crudos oscuros, y toque de elementos naturales como ramitas y piñas que caen de los pinos, pétalos secos de la buganvilla sobre un cesto, piedras y guijarros que cogimos en la playa este verano, y muchos ovillos de lana y buenas agujas de madera para tejer y renovar algo del ropero.
Y no todo para nuestros jerséis, sino también para la casa: plaids, colchas, butís, cojines, cortinas, y mantelillos para proteger los cabeceros de los sofás, entre otros.

Bueno se me antoja, poner lana muy esponjosa, junto con tejidos de camisa de hombre, de esas de rayas, y un toque exótico con toques de frambuesa, naranjas, pistacho o un turquesa junto a un morado o un marrón tabaco, en la tapicería con flores y pájaros, un potit point.
Pueden ser también grises desde el acero o el topo hasta el perla o humo, combinados con amarillo limón, algún toque de negro muy gastado, y sobre todo un azul madreperla con rosa magenta alineado con un blanco champiñón.

Si elegimos una colcha a cuadros gruesos en una sedilla con grises o tierras, la acompañaría con unos cojines de ochos tejidos a mano, muy suelto el punto, muy artesano, con otros más pequeños de esos riñoneros en rosa intenso si los cuadros van en marrones (tierras) y si va en gris pues los cojines en índigo o el madreperla que me encanta, y otros de color crudo con botones de madera.

Con los ovillos de algodón que sobrara de las labores del verano, podemos aprovechar para hacer unas borlas, para abrazaderas de las cortinas que usaríamos para retirarlas por la mañana, para entre la luz todo lo posible y alegre la casa.

En la habitación que más usamos como es el salón o sala de lectura o tv, me inclino por tonos anaranjados y ocres, con pintas de musgo y morados, da un toque elegante y a la vez despierta la imaginación, por ejemplo, si tenemos el ordenador o un escritorio para manualidades decorativas y especialmente para tejer, esto nos da más margen a la hora de elegir los colores de las prendas a trabajar; también hace más fluida la conversación si estamos reunidos con familia y amigos, y si queremos relajarnos deja un espacio abierto al descanso, no siendo colores muy chillones, elegirlos suaves y cálidos es muy importante, no tiene por que ser el naranja un butano, sino un teja pálido, aunque el "butano" si es apagadito como fondo, en una cobertura de sofá, o colcha de cama queda guapo, en caso de que los otros colores a combinar sean más tenues, el butano puede ser incluso hasta recomendable, porque  infunde energía y buen humor.

El naranja va con los colores de la estación, y nos mantiene en armonía con ella.
Si vivimos en una zona costera, y nos apetece tonos más marinos pues vamos a por el verde mar y el olivo (mediterráneo), mezclados con el verde agua y un toque de cobalto o añil o azul marino, éste se emplearía para detalles en el relieve del dibujo del estampado de los cuadrantes, y para los pompones, cordones para bordear cojines, o alguna flor en las telas de las cortinas por ejemplo.

Para cubrirnos a modo de mantitas, aunque sean más sufridos siempre los tonos crudos y marfiles, cuanto más oscuros mejor y la lana suave, esponjosita y dulce al tacto, que no dé sensación de arpillera.

Ésta tela tipo saco, tampoco hace de sobra en un escenario decorativo si la añadimos para cubrir maceteros, una bandeja con piñas o popurrí de flores, algún marco para una lámina de bótanica, álbumes o cuadernos. Recomiendo pasarle una lija de agua si es una pieza que usamos mucho, a diario, para quitarle algo de pelillo, y le da un aspecto envejecido muy lindo.

No nos olvidamos de las plantas, se riegan menos gradualmente según avance la temporada, pero debemos tener un recipiente con agua y algunos guijarros, los que cogimos en las vacaciones por ejemplo, o de las tiendas de decoración y bazares, los tienen de colores tipo gemas, elegir los que contrasten con el ambiente de nuestro hogar.Y por supuesto LAS VELAS: verdes (todos), naranjas, rojas, malvas, moradas, azulonas, con aromas orientales, de musgo, espliego, vainilla y canela, y puede que algún que otro todavía refrescante, como el Aloe Vera, o la Citronela, para espantar a las moscas que quedan rezagadas del final del veranillo, son muy pesadas y el limón las incomoda bastante, "suelen irse" aunque no siempre (en verano es complicado), pero a mí me funciona, aunque tardan un poco en enterarse.

Especialmente debemos ir planificando la limpieza de fondo de armarios, trapos para limpiar, un buen producto ecológico, saquitos de lavanda, de rosas, y fundas de envasar al vacío si disponéis de roperos abundantes; organizar de nuevo el ropero para la ropa más espesa y guardar la ligerita del verano, dejando algo por si acaso el principio del otoño llega con algo de calor todavía.

Luego colocamos buenos cestos de lanas para laborear, ponemos a mano buena literatura, infusiones templadas de menta, gordolobo y hierba-luisa, mucha calma, pero no dejemos de salir al aire libre, tomar los rayitos de sol del otoño que son más cómodos, no hace falta ni usar gafas de sol -"a pelo"- y caminar mucho, de paso podemos coger hojas que caen de los árboles, y flores secas, para hacer cuadritos y Scrapbook  que vienen muy bien.

Feliz otoño.
Chao.
Shendha.